viernes, 25 de octubre de 2013

La escasez de modelos de liderazgo femenino a debate



A veces la palabra poder desata muy variadas reacciones entre las mujeres: desde el rechazo total, pasando por la afirmación parcial y hasta la aceptación instrumentalizada del poder para las mujeres.

Las mujeres en política, se enfrentan a un mundo cambiante que determina formas de liderazgo particulares y, a la vez, cambios en los ámbitos dentro de los cuales tienen que negociar ya que gran parte de las mujeres que participan en política lo hacen en referencia a otras condiciones sociales y no a su género.

Cada mujer política vive sujeta a diversas formas de lealtad, de pertenencia, de control. Todo ello se concreta en la formación de una identidad fuera del género. Así, al hacer política, se estereotipan sus actividades, las formas de buscar y ocupar posiciones jerárquicas, sus discursos, sus comportamientos.

Por lo que si hablamos de liderazgo, diseñar ese estilo de liderazgo contribuye a la conformación de un sujeto político de género y pasa por el acceso a la información y la capacidad de gestión, por la tolerancia, la coalición en la diversidad, el acuerdo en las propuestas, la capacidad de impulsar líneas de acción específicas y también comunes.

En este mismo sentido, mucho se ha hablado ya sobre la falta de interés de las mujeres para participar y en la ausencia de discursos atractivos que realmente den cuenta de sus reales intereses.

Y por otro lado, existe un evidente malestar con la política, que no debe ser confundido ni con una apatía ni con un rechazo a la democracia, sino que es un fenómeno que tiene varias expresiones.

En definitiva, la exclusión de las mujeres del poder político hace que las mujeres establezcan una relación particular con respecto al poder. Algo que podría explicar un fenómeno preocupante en torno a la participación de la mujer, la escasez de modelos de liderazgo femeninos basados en una identidad política de género.

Ps: Traigo aquí esta foto del reportaje en el Parisien Magazine de Ségolène Royal o también llamada ¿la libertad guiando al pueblo del siglo XXI? 









lunes, 21 de octubre de 2013

¿Que Obama improvisa? Sí, y gusta

"Esto sucede cuando hablo demasiado tiempo", bromeó Barack Obama al hacer una pausa en su discurso sobre la ley de salud, cuando una mujer de pie detrás de él, casi se desmaya. 

He traído aquí este fragmento del vídeo, porque me ha llamado especialmente la atención un momento, unos segundos. Concretamente, del 1:18 al 1:20. A los que le acusan de ser una marioneta del marketing y comunicación política (no sé a vosotr@s pero a mi este tema ya me aburre), les digo que esa expresión, ese parpadeo, esa mirada que se aparta del telepromter, lo que piensa es esos instantes, no están estratégicamente ensayados. Sin embargo consiguen conectar con el público, consiguen su aplauso. Un presidente preocupado, y que 10 segundos después ya está lanzando un (oportuno) chascarrillo. Esto también es liderazgo, por si no lo habían notado. A veces, las comparaciones son odiosas ¿verdad?





viernes, 4 de octubre de 2013

Queremos cantar tu discurso, comunicación política y música


La música despierta en nosotros diversas emociones, pero no las más terribles, sino más bien los sentimientos dulces de ternura y amor.” Charles Darwin

Desde la comunicación política tenemos que tener en cuenta la relación entre música y política ya que la música es un enorme generador y emisor de emociones. La melodía, la letra, la armonía o el ritmo saben cómo llegar a nuestra fibra y sentimientos, que no son otros que los que nos guían a actuar, a votar en unas elecciones. Nos predisponen a estados emocionales que tienen mucha importancia en nuestra conducta.  Las palabras, los mensajes, los discursos, definen la vida de los demás, ¿por qué no hacerlo con melodía?.






La música también tiene importancia para generar las emociones adversas. Optimismo, alegría o ilusión, por ejemplo. En Estados Unidos, spots como los de Ronald Reagan en su campaña de reelección en 1984,“It’smorning again in America”, combinaban a la perfección lenguaje verbal, el uso de imágenes y colores y, sobretodo, el recurso musical. Pero no sólo existe esta relación en los spots, las campañas electorales norteamericanas suelen tener una canción de campaña que va más allá de crear una relación emocional, sino que adquiere un auténtico significado.


De eso se trata, de que hasta un discurso, un lema, pueda ser cantado.






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